un alien dentro de mí

Los progestágenos me han conquistado. Hijos de puta. Da igual lo mucho que luche contra ellos, da igual que me haya autoconvencido de que "sólo necesito comer más, da igual que sean verduritas súper saludables". MENTIRA. Mi puto útero pide a gritos un montón de grasas trans creyendo que se prepara para un parásito que nunca llegará. JA. A la mierda los bebés en potencia.  Así que menudas risas en el Carreful, cualquiera que me hubiera visto sabría al instante en qué momento de mi ciclo estoy. Chocolateada. 

Y en esas cajas automáticas que han puesto... menuda vergüenza el otro día. Estábamos en la cola y había una bebé tan bonita que asustaba. Con unos ojos grandes como platos que me miraban curiosos mientras su madre iba pasando los artículos por ese láser que hace pí-pí-pí. Nunca lo hago pero no pude resistirme y me puse a hacer carantoñas. Cerraba los ojos, los abría, me ponía vizca. Y la bebé se partía la caja. Total, que cuando me quiero dar cuenta la cajera estaba ¡¡Chica, chica!!. Miro sorprendida en plan ¿es a mí? y me doy cuenta de que una de las cajas ya estaba vacía y yo estaba montando una cola enorme de gente que me miraba como pensando "menuda gilipollas haciéndole caras al bebé sin darse cuenta de que es su turno".

Pues eso.

Que larga vida a la Nutella©