21 junio 2011



Estos somos mi marido y yo en el balcón de la nueva casa. Ladrillo visto.
Al fin (¡al fin!) he terminado los exámenes y tengo tiempo para pintar, cocinar y hacer lo que me venga en gana las veinticuatro horas del día. Si no fuera por el hijo de puta del vecino adicto al taladro...
Hablando de vecinos, hemos conocido a nuestros vecinos (el del taladro no, unos estudiantes) de arriba. Muy majos. La cosa empezó con coñas, cartitas y demás; pero ya hemos llegado a colocar buzones de cartón en nuestras puertas para comunicarnos habitualmente... Ellos tienen un altar con nuestras cartas (en papel rosa, por supuesto) y nosotras hemos forrado la mesa de café con las suyas. Nos unen la cerveza, la comida, el trivial y los koalas. Muy buen rollito, sí señor.
En unos días me voy de juerga padre a Berga, a la Patum. Y luego a Galicia de nuevo, a ver qué se cuece por allí a parte de pulpo.

02 junio 2011

l*** is in the air








Estar enamorado es maravilloso porque es una mierda. Por ese motivo yo me enamoro aproximadamente dos veces al día y me ultra-enamoro una vez cada quince días. Y de ahí toda esta selección de imágenes de amor (tengo que apuntar de dónde las saco porque van a empezar a caerme denuncias por ello hahaha).
La gente teme a estar enamorado porque son unos putos egoístas que sólo saben pensar en qué pasará si las cosas no salen como esperaba. ¿Y qué pasa si sale bien?. A mí me enseñaron que no está mal ilusionarse. Hasta con las cosas más absurdas. Por poner un ejemplo,
tengo una lista de "propósitos inútiles que he de cumplir" y el otro día cumplí uno. Probar el espesante que se utiliza en los hospitales para la disfagia. Pues menuda mierda, pero casi muero de ilusión. Ahora tengo en mente el próximo propósito: "beber tequila del ombligo de una estriper". 
Y un consejo de regalo: "si no le gustan los perros de verdad, no le gustan las mujeres de verdad"
Salud!