merri merri crismas

 

Queridos Reyes Magos:

Este año no he sido del todo buena. He hecho cosas que las señoritas no hacen (algunas de ellas incluso eran ilegales) pero, como dijo vuestro colega Chus, "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra". Por ello voy a ir directamente al grano y a pasar a las cosas que sin duda me harían muy (pero que muy) feliz estas navidades.

Ante todo, y como ya saben todos los que me conocen bien, quiero una ballesta. Es imprescindible, señores Magos de Oriente, para que pueda llevar a cabo mi plan de salvar a la humanidad. Si vosotros estáis de acuerdo con que toda la raza humana sea exterminada por un maligno virus zombie, adelante. Pero si queda un poco, aunque sea un microgramo, de compasión en vuestros soberanos corazones, confío en que bajo mi árbol aparezca dicha arma-silenciosa-de-relativo-bajo-costo-y-gran-precisión.

Esto es lo principal y el resto de cosas de mi lista podrían considerare secundarias o incluso podríamos tacharlas de "menos urgentes", pero no por ello me harían menos ilusión.

Estaría bien que eliminaseis del mundo a todas las personas que parlotean en clase y también a aquellas que son sencillamente insoportables. Confío en que vosotros, que lo oís todo con vuestros oídos mágicos supersónicos y lo véis todo con vuestra visión poderosa y global, sepáis perfectamente a quienes me refiero (sobre todo porque, si es cierto esto de que tenéis la oreja donde todo el mundo tiene la lengua, estaréis hasta los mismísimos cojo*** de escucharles). Pero si, de todos modos no lográis hacer una lista de "personas molestas en general", avisadme y yo, con tremendo gusto, os facilitaré mi personal black list.

También sería fantástico que este año me trajeseis una tortuga. Los que me conocen bien saben que es ese (y no el pangolín) mi animal favorito y quiero un tortugO de tierra para poder llamarle Mr. Atticus Finch y darle de comer hojas de lechuga rellenas de amor. Sin embargo, mi madre siempre dice que los Reyes no traen animales, así que si esto es verdad comprenderé vuestros motivos y no me pondré demasiado triste si no veo un elegante caparazón al despertar.

Como úlimos deseos pediré que Woody Allen vuelva a hacer películas como Annie Hall o Interiores, que llegue la tercera república, que en mi cerebro se instalen mágicamente todos los conocimientos de medicina del mundo, que Marianito admita que en España tenemos el primer presidente homosexual de la historia y que Bene lo aplauda, que mi "Escala del amor verdadero" sea reconocida en el sistema internacional de unidades, que desaparezca el concepto de "depilación masculina" de la faz de la tierra, que se sequen todos los kiwis del mundo, que algún pardillo se equivoque y gracias a su error yo sea dueña de una cuenta de PayPal con fondos ilimitados para poder comprar todo lo que yo quiera en el Ebay, que todo sea tan sencillo como el buscador por imágenes del google, que yo logre terminar mi lista de propósitos estúpidos y que mis amigos consigan también todos sus deseos más viscerales.

Creo que esto es todo así que, sin más, me despido de vosotros. Y, en caso de que no realicéis mi VID (Very Important Desire) y que a causa de ello el mundo entero se vaya a tomar por cu**, sólo quiero añadir que ha sido un placer contar con vosotros durante todos estos años y que, si tenéis algún contacto en el Olimpo, intentéis mover hilos para que todo este rollo del apocalipsis sea lo más hoolywoodiense posible (con un rollo muy entre Independence Day y Armageddon).

Un saludo enorme y un beso de topo para cada uno de vosotros.

Os quiere sincera,

Ana.

PD: Por favor, no os olvidéis de las flechas.